lunes, 10 de diciembre de 2012

Una meditación de Anthony de Mello...

"He aquí un error que la mayoría de las personas cometen en sus relaciones con los demás: tratar de construirse un nido estable en el flujo constantemente móvil de la vida.
Piensa en alguien cuyo amor desees. ¿Quieres ser alguien importante para esa persona y significar algo especial en su vida? ¿Quieres que esa persona te ame y se preocupe por vos de una manera especial? Si es así, abre tus ojos y comprueba que estás invitando al otro a limitar tu libertad, a controlar tu propia conducta, tu crecimiento y tu desarrollo. Has de pagar el precio... danzar al son de esa otra persona para responder a sus expectativas, del mismo modo que exiges a los demás que dancen a tu propio son si desean ser algo especial para vos.
Párate por un momento a preguntarte si merece la pena pagar tanto por tan poco. Si tuvieras que escoger entre tener compañía en la cárcel o andar libremente por el mundo en soledad, ¿qué elegirías?
Dile ahora a esa otra persona: "Te dejo que seas vos mismo, tener tus propios pensamientos, satisfacer tus propios gustos, seguir tus propias inclinaciones, comportarte tal como quieras hacerlo..." Observarás una de estas dos cosas: o bien tu corazón se resistirá a pronunciar estas palabras, con lo que te revelarás a vos mismo como la persona posesiva que eres... o bien tu corazón las pronunciará sinceramente y se esfumará todo tipo de control, de manipulación, de explotación, de envidia, de posesividad.
Y observarás también algo más: que la otra persona deja automáticamente de ser algo especial para vos y pasa a ser importante del mismo modo en que una puesta de sol o una sinfonía son hermosas en sí mismas, del mismo modo en que un árbol es algo especial en sí mismo y no por los frutos o la sombra que pueda ofrecerte.

Al decir estas palabras, te liberas a vos mismo: ahora ya estás en condiciones de Amar. Porque cuando te aferras a alguien desesperadamente, lo que le ofreces al otro no es Amor, sino una cadena con la que ambos quedan estrechamente atados. El Amor sólo puede existir en libertad: la tuya y la del ser amado." (extraido de "Una llamada al Amor")

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